La ANEP elaborará una propuesta para impulsar la productividad en El Salvador

De acuerdo con Luis Cardenal, discutirán la propuesta con el Gobierno en el marco del diálogo de ambos sectores. Este incremento en el nivel de endeudamiento es por préstamos y bonos aprobados de 2014 a mayo 2016.

El Gobierno que dice no tener suficientes recursos, para cumplir todas sus obligaciones, recibió durante los últimos dos años y medio $1,640 millones en préstamos  y bonos, según  reporta la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades).

En un reciente análisis, la Fundación criticó que estos recursos parecen no ser suficientes para el comportamiento de gasto del Estado y que, para colmo, hay dinero sin utilizar.

El centro de investigación señaló que, contrario al discurso del Gobierno sobre falta de ingresos tributarios y negativa a aprobarle préstamos, tanto los impuestos que recibe el Estado como el endeudamiento han aumentado.

Un documento de Fusades se centró en analizar los recursos que han entrado al fisco a través de endeudamiento. El documento plantea la interrogante “Millones aprobados en préstamos… ¿no son suficientes?”.

Desde enero de 2014 hasta mayo de 2016 el Gobierno ha recibido $688.7 millones  provenientes de 11 préstamos, $800 millones en eurobonos y $152 millones en bonos para seguridad (de los que ya se vendieron $100 millones).

Fuente: LPG

Gobierno se endeudó con 1,640 millones de dólares y aún quiere más

Este incremento en el nivel de endeudamiento es por préstamos y bonos aprobados de 2014 a mayo 2016.

El Gobierno que dice no tener suficientes recursos, para cumplir todas sus obligaciones, recibió durante los últimos dos años y medio $1,640 millones en préstamos  y bonos , según  reporta la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades).

En un reciente análisis, la Fundación criticó que estos recursos parecen no ser suficientes para el comportamiento de gasto del Estado y que, para colmo, hay dinero sin utilizar.

El centro de investigación señaló que, contrario al discurso del Gobierno sobre falta de ingresos tributarios y negativa a aprobarle préstamos, tanto los impuestos que recibe el Estado como el endeudamiento han aumentado.

Un documento de Fusades se centró en analizar los recursos que han entrado al fisco a través de endeudamiento. El documento plantea la interrogante “Millones aprobados en préstamos… ¿no son suficientes?”.

Desde enero de 2014 hasta mayo de 2016 el Gobierno ha recibido $688.7 millones  provenientes de 11 préstamos, $800 millones en eurobonos y $152 millones en bonos para seguridad (de los que ya se vendieron $100 millones).

Según el cálculo de Fusades en total el Gobierno ya ha recibido $1,640.7 millones provenientes de deuda.

Si el análisis se amplía a todas las formas de endeudamiento aprobadas desde enero de 2009, las emisiones de Letras del Tesoro (LETES) y donaciones, Fusades estima que a los dos Gobiernos del FMLN se les ha prestado un total de $9,491.4 millones.

El análisis apunta a dos problemas en el uso que se le da a   la deuda: parte del dinero no se está utilizando y el Gobierno ha creado un círculo vicioso con el uso de las LETES.

Partiendo  de documentos publicados por Hacienda, los investigadores de la Fundación determinaron que de 2010 a junio 2016 se aprobaron $2,472.4 millones.

De ese dinero $842.5 millones aún no se han utilizado. Es decir, el 34.1 % de esa deuda ya aprobada no genera ningún beneficio para la población. Los préstamos que no se utilizan, y aquellos que se aprueban pero no son ratificados por la Asamblea Legislativa, también representan un gasto a la sociedad, dijo el economista Claudio de Rosa.

En el caso de los créditos no ratificados, existe un cargo especial que se debe pagar. Un “cargo por compromiso” de tener ese dinero a la espera. Aunque no precisó una cifra, cree que estos gastos podrían rondar entre $500 mil y $1 millón al año. “Se nos escapan recursos entre los dedos de las manos. Si fuéramos cuidadosos, gente eficiente… podríamos solucionar pequeñas grandes obras que cambian las condiciones de vida de mucha gente con ese dinero”, comentó de Rosa.

Respecto al uso de LETES el documento de Fusades es fuerte al criticar que “es el sello en firme de un ciclo pernicioso de obtener financiamiento que alimenta la trayectoria de insostenibilidad de la deuda”.

El Gobierno, explica Fusades, comienza con un presupuesto anual falso, que no indica con exactitud cuántos gastos debe hacer y cuánto ingresos tendrá.

Luego usa las LETES “en contra de la Constitución (de la República), para financiar gasto corriente en forma permanente”. Además usa ese dinero sin ningún control.

Finalmente, cuando el saldo de LETES es demasiado alto, el Gobierno pide refinanciar esa deuda con bonos de largo plazo, indicó Fusades en el documento.

Solo entre enero 2014 y mayo 2016 el Gobierno tuvo gastos por $2,468 millones que se pagaron utilizando las LETES, que funcionan como una tarjeta de crédito.

Y viene más deuda

El problema no acaba ahí y es que en la Asamblea Legislativa se encuentran pendientes de aprobación otros once préstamos por un total de $632.3 millones.

A eso se le suman los bonos por $1,200 millones que Hacienda ha pedido para refinanciar, una vez más sus LETES.

La diferencia es que ahora para hacer dicha transacción y refinanciar deuda, el Gobierno ha reconocido que cayó en un gran problema, y aceptó negociar un acuerdo fiscal con los partidos políticos en la Asamblea Legislativa. No obstante, posiblemente estos $1,200 millones no serán suficientes.

El analista económico de la Fundación Nacional para el Desarrollo (Funde), Carlos Pérez Trejo, recordó que la petición de bonos se hizo en febrero de 2016.

Pero, en lo que va del año la situación financiera del Estado ha cambiado y la deuda de LETES creció, por lo que cerca del 90 % de esos bonos serían necesarios solo para limpiar la tarjeta de crédito y llegar a fin de año.

La Fundación recalca que a la base de este “endeudamiento sin freno” se encuentran presupuestos  que no coinciden con la realidad.

“El problema fiscal tiene a la base, un exceso de gasto para el que no se cuenta con financiamiento”, precisa el documento.

Es decir que al reducir u omitir todos los gastos que deben hacerse en el año, el Gobierno evita reconocer que necesita préstamos y así la Asamblea Legislativa aprueba el presupuesto general con mayoría simple, de manera más fácil.

Sin embargo, el dinero sigue faltando para pagar los compromisos y Hacienda ha usado las LETES para cubrir huecos en el presupuesto.

El análisis se refiere también al Mensaje del Proyecto del Presupuesto, un documento que se publica cuando se entrega la propuesta presupuestaria a la Asamblea, cada mes de septiembre. “Al calcular el déficit fiscal a partir del presupuesto, éste es bastante menor que el que indica el otro informe”, menciona Fusades. “Para 2016 esta diferencia rondaba alrededor de los $578.9 millones”, dijo.

El economista de Funde también se refirió al presupuesto. Si los gastos e ingresos fueran reales, las LETES solo serían necesarias para pagar faltas temporales de dinero, precisó.

Estas “faltas temporales” se refieren a que los ingresos del Estado no son constantes en el año. En abril, cuando se paga el impuesto sobre la renta es cuando hay más dinero disponible, si se le compara con agosto o septiembre.

Así, las LETES deberían usarse solo si, por ejemplo, en febrero no hay suficiente dinero pero la deuda se cancela por completo en marzo.

Con este panorama, tanto Carlos Pérez como el documento de Fusades insisten en que el acuerdo fiscal debe corregir este problema de disciplina que el Gobierno tiene con los gastos y la deuda.

Fuente: EDH

Gobierno planea recortar $100 millones en subsidios

El descuento a la energía será efectivo a partir de septiembre, y además aplicarán subvención al agua potable.

El sistema de “Tarjeta Solidaria” con que el Ministerio de Economía (Minec) subsidia la compra de gas licuado, servirá para subvencionar el consumo de energía eléctrica, y prevén incluir el beneficio al agua potable, según reveló ayer el titular de ese ramo, Tharsis Salomón López, y agregó que con este mecanismo apuestan ahorrar alrededor de $100 millones en subsidios.

El titular del Minec apuntó que “la meta” de recorte en subvenciones “andará por los $100 o $150 millones en ahorro”.

A mediados de la semana, la viceministra de Comercio e Industria, Merlin Barrera dijo que se había “presentado una propuesta” al Presidente de la República y anunció que ya había “una decisión” respecto a incorporar la subvención a la electricidad al método de aplicación del subsidio al gas

“Decidió, el señor Presidente, pasar la administración tanto del subsidio al gas, el subsidio eléctrico y el subsidio al agua”, detalló López, y confirmó que el beneficio al consumo de electricidad “va a arrancar a partir de septiembre”.

Por la mañana, el Director General de Planificación para el Desarrollo, Óscar Anaya, indicó en la entrevista “El Salvador al Día” que el ahorro en el subsidio de electricidad rondaría los $14 millones para el Estado. Esa cifra fue reiterada por el titular del Minec.

“Lo que se tiene planificado, según se vayan incorporando otros parámetros para ir reduciendo, podemos llegar a $35 o $45 millones al año”, adelantó López.

Respecto a la administración del subsidio al agua potable, el funcionario dijo desconocer el monto que el gobierno otorga en subvenciones del rubro. “No sé por cuánto puede andar el del agua porque no lo hemos tocado todavía”, señaló.

En 2015, la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ANDA) desembolsó más de $70 millones en subvenciones al vital líquido.

El subsidio al gas licuado que el Minec aplica a los hogares salvadoreños cerró con $46 millones en ahorro el año pasado, dado a que hay una comisión que está en constante revisión de los beneficiarios.

Fuente: DEM