La entidad dirigirá $1.5 millones para comprar software y equipos con el fin de que los trámitesy pagos de comercio se hagan en línea.
FOMILENIO II destinará una porción de los fondos que invertirá en El Salvador para facilitar el comercio. El trabajo incluye la implementación de la firma electrónica, una herramienta cuyo uso está permitido por ley, pero que no ha podido implementarse debido precisamente a la falta de recursos, según el Ministerio de Economía (MINEC).
«Lo que buscamos es un comercio exterior sin papeles», indicó el gerente de Infraestructura Logística de FOMILENIO II, Medardo Calderón. La entidad trabaja desde hace unos meses con instituciones como el Ministerio de Hacienda y el Banco Central de Reserva (BCR) en la revisión y sistematización de todos los procesos relacionados con el comercio exterior.
Uno de los objetivos que se persigue es la modernización de la ventanilla de comercio exterior (CIEX), la cual es operada por el BCR. Con la Dirección General de Aduanas (DGA) y con la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) se sistematiza el uso de la FYDUCA (Factura Única Centroamericana), mientras que con el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) para hacer más eficiente la autorización de permisos y pagos por la exportación e importación de productos animales y vegetales. Con el Ministerio de Salud se trabaja en los procedimientos para la importación de productos farmacéuticos.
«En estas tres instituciones están el 85 % de los trámites que se dan en fronteras relacionados con el comercio exterior», explicó Calderón. Se espera que la revisión de procesos en estas tres entidades concluya en mayo próximo.
La apuesta es que todos los trámites y los pagos se hagan en línea. Para que las transacciones tengan validez es necesaria la firma electrónica. En esta parte, FOMILENIO II invertirá alrededor de $1.5 millones, esto incluye la compra de equipos, servidores, software y capacitación de personal.
Otra parte de la inversión se dirigirá para la eficiente gestión de riesgos. A raíz de los cambios implementados en cuanto a los trámites, FOMILENIO II espera el paso más rápido de camiones por los recintos fronterizos, por lo que ha previsto trabajar en agilizar las revisiones. La propuesta es crear un sistema de gestión de riesgos en el cual participen varias instituciones a la vez, como por ejemplo, la DGA, la Policía, Migración, MAG, entre otras.
Los recintos fronterizos de El Amatillo, en la Unión, y de Anguiatú, serán sometidos a la modernización de instalaciones. La empresa que diseña el nuevo recinto de El Amatillo entregará su trabajo entre finales de julio y principios de agosto de este año. En total se invertirán más de $50 millones, tanto en la mejora de sistemas y trámites como en aspectos de infraestructura física. El convenio busca bajar los tiempos de tránsito de carga en fronteras de 9 horas a 30 minutos, siempre y cuando la selectividad sea verde.
Fuente: LPG
Moody’s: El Salvador enfrenta escenario fiscal adverso
La calificadora aplaudió que el presupuesto de 2019 y su financiamiento adicional se aprobara a tiempo, lo que considera un paso positivo.
No obstante, Moody’s señaló que el país enfrenta tendencias fiscales adversas que impiden la estabilización de su deuda pública.
La calificadora de riesgos Moody’s Investors Service advirtió que El Salvador enfrenta un escenario fiscal adverso que impide estabilizar la deuda pública, aunque consideró que la aprobación del presupuesto y el financiamiento adicional de 2019 es un paso positivo.
En un reporte publicado el viernes pasado, la agencia recordó que el 21 de diciembre la Asamblea Legislativa aprobó un presupuesto de $6,713.21 millones para 2019. También autorizó al Ministerio de Hacienda a emitir $1,297 millones en deuda de largo plazo, que servirá para completar el financiamiento de los gastos de este año y pagar los $800 millones en Eurobonos que vencen en diciembre próximo. Este consenso, respaldado por 83 de los 84 diputados, “despeja el camino” para que el Gobierno salvadoreño reduzca el riesgo de iliquidez, señaló Moody’s.
“La autorización de financiamiento de largo plazo para cubrir el presupuesto de este año y las necesidades de refinanciamiento (…) reduce el riesgo de un ‘rollover’ para la deuda de corto y largo plazo, pues el próximo pago importante de bonos se dará hasta 2023”, añadió la calificadora.
En 2023, el Estado salvadoreño debe pagar otros $800 millones en Eurobonos que se colocaron en 2003 en dos emisiones, una de $451.5 millones y otra de $348.5 millones. En 2025 vendrá el otro pago fuerte, esta vez por más de $800 millones, y el siguiente será en 2027, también por $800 millones.
Panorama adverso
Aunque la aprobación del presupuesto y del financiamiento adicional que generará es un paso positivo, El Salvador enfrenta “tendencias fiscales adversas” que no le permiten estabilizar su nivel de deuda, indicó Moody’s.
Una de ellas es el oneroso pago de intereses. Si bien el déficit fiscal del Gobierno se ha reducido, desde 2014 ahora se paga más en intereses, señaló la agencia.
Las estadísticas del Banco Central de Reserva (BCR) señalan que entre enero y noviembre del año pasado se pagaron $850.22 millones por intereses de la deuda del Sector Público No Financiero (SPNF, compuesto por el Gobierno Central y empresas públicas que no forman parte del sector financiero). Este monto representó un aumento de $116.31 millones respecto a los $733.91 millones registrados en el mismo periodo de 2017.
Por su parte, el déficit fiscal se situó en $439.75 millones en los primeros 11 meses de 2018, $80.11 millones más que el año anterior. Moody’s señaló que el déficit fiscal de 2019 se reduciría este año al 3.2 % del Producto Interno Bruto (PIB) por las modificaciones que se introdujeron al presupuesto, “pero sigue siendo mayor a nuestro estimado de 2.7 %”.
Los diputados recortaron los gastos en $20 millones porque se esperan $110 millones en ingresos que no estaban previstos cuando se presentó el presupuesto a la Asamblea.
Alto endeudamiento
El mayor pago de intereses lo atribuye Moody’s a tres razones: alto endeudamiento, creciente emisión de Letras del Tesoro Público (Letes) y un mayor riesgo país; “todo en un contexto de incremento en las tasas de interés”.
Las proyecciones del Ministerio de Hacienda indican que la deuda pública total -incluyendo pensiones- habría cerrado 2018 en $18,401.2 millones, $1,110.4 millones más que en 2017. De esta manera, la deuda representaría el 71.2 % del PIB.
Dentro de la deuda están los instrumentos de corto plazo, las Letes, cuya emisión ha sido constante en los últimos años, reportando en 2018 el tercer monto más alto desde 2019: $816.6 millones (ver nota secundaria).
Otro factor que incrementaría en el futuro el pago de intereses es la deuda relacionada a pensiones. Moody’s recordó que la reforma previsional aprobada en 2017 incluyó un refinanciamiento de esa deuda, a la cual se le ampliaron los plazos de vencimiento y también se incrementó la tasa de interés.
“Debido a estas tendencias fiscales, esperamos que la carga de deuda del Gobierno aumente gradualmente, superando el 71 % del PIB en 2020”, dijo Moody’s, un aumento de siete puntos porcentuales respecto al 64 % que registró en 2014.
La agencia señaló que el ratio de la deuda supera el promedio de 53 % que muestran economías con una calificación de riesgo similar a la salvadoreña, que es “B3” con perspectiva estable.
Además, estima que el pago de intereses absorberá alrededor del 13.5 % de los ingresos en 2020, arriba de la media de 11.4 % que reportan otras naciones con nota “B” y por encima del 12.4 % que reportó el país en 2014.
Resultados de las elecciones generarían incertidumbre
Moody’s advirtió que una victoria electoral del candidato de GANA, Nayib Bukele, en las elecciones de febrero próximo generaría incertidumbre en torno a cómo se resolverán las propuestas que requieren de mayoría calificada en la Asamblea Legislativa.
ARENA tiene la mayoría simple en el Congreso con 37 de 84 votos y, por ejemplo, la autorización para emitir deuda pública -incluyendo la necesaria para cubrir déficit fiscal- requiere de mayoría calificada, es decir, 56 votos.
“La reconfiguración de las fuerzas políticas introduciría incertidumbre sobre los términos bajo los cuales el Ejecutivo y el Legislativo trabajarán” en la Asamblea, indicó Moody’s, en el caso de que Bukele, quien lidera las preferencias, logre su objetivo de llegar a la Casa Presidencial.
La agencia también señaló que la victoria de Bukele, “marcaría una ruptura importante respecto al pasado”, puesto que no pertenece a ninguno de los partidos que han gobernado a El Salvador desde 1989.
Fuente: DEM