Más del 74 % de las mypes del país están en la informalidad. Según la CONAMYPE esto limita el acceso a mercados y a financiamiento.
Más del 74 % de las micro y pequeñas empresas (mypes) del país están en la informalidad. Esto quiere decir que escapan al control del Estado y no tributan, pero sus integrantes generalmente no gozan de prestaciones laborales y el acceso a créditos y mercados internacionales es difícil.
Ayer la Comisión Nacional de la Micro y la Pequeña Empresa (CONAMYPE) lanzó una estrategia para ayudar a estas unidades económicas –que son la gran mayoría del parque empresarial del país– a transitar al sector formal. El plan se enfoca en los 32 municipios de la franja costero-marina.
«En este proceso quienes deseen formalizarse recibirán asesorías y capacitaciones en los diferentes trámites empresariales, figuras jurídicas, propiedad intelectual, registros sanitarios», dijo Ileana Rogel, presidenta de la CONAMYPE.
Además de capacitaciones, se han puesto a disposición técnicos en servicios de asesoría y desarrollo de trámites para la formalización de las mypes en tres ventanillas de atención de trámites empresariales en los centros regionales de Sonsonate, San Miguel y La Unión.
Pueden aplicar personas naturales y jurídicas, ya sea sociedades cooperativas, asociaciones cooperativas o sociedad mercantil.
En 2018, CONAMYPE registró 1,190 trámites empresariales, de los cuales 290 son trámites básicos en formalización, 425 trámites especializados y 475 en propiedad intelectual.
De acuerdo con Rogel se debe «desmitificar» la formalización como únicamente el pago de impuestos. «Los beneficios de la formalización son: mejor posicionamiento en el mercado, acceso a créditos, crecimiento empresarial, vinculación a mercados internacionales».
Uno de los temas que el actual Gobierno ha tenido pendiente es crear un régimen simplificado de tributación para las mypes que facilite su incorporación al sector formal.
Esto está contemplado en el Artículo 37 de la ley que rige a la CONAMYPE; aunque es el Ministerio de Hacienda la institución responsable de realizar la propuesta.
Fuete: LPG
Consumo de combustibles aumentó un 3.4 % en 2018
Durante el año pasado, El Salvador pagó $1,588.9 millones por su factura pe-trolera, según datos del Banco Central de Reserva (BCR).
El consumo anual de los productos derivados del petróleo al cierre de 2018 aumentó en un 3.4 %, equivalente a 19.03 millones de galones adicionales a los adquiridos durante 2017, revelan estadísticas del Ministerio de Economía (Minec).
Los datos de la Dirección de Hidrocarburos y Minas, dependencia del Minec, indican que tanto los automovilistas salvadoreños como las empresas y el Gobierno, adquirieron más de 574.36 millones de galones de combustible durante 2018.
Esta cifra equivale a 19.03 millones de galones más que los 555.33 millones que se compraron en 2017, un crecimiento anual de sólo un 3.4 %. Esta es la segunda tasa de crecimiento más baja experimentada desde 2014, cuando los altos precios del petróleo redujeron el consumo local en un 37 %, y la demanda aumentara solo un 0.27 % en 2017. Según las cifras oficiales, el consumo en 2015 se incrementó en 67.63 % -recuperándose la demanda por la recuperación de los precios-; y en 2016, reportó una tasa del 4.5 %, estabilizando su tasa de crecimiento.
Fuente: DEM