El estudio se basa en la diferencia de medir los indicadores fiscales usando el PIB y el ingreso nacional bruto.
Un estudio elaborado por investigadores del Banco Central de Reserva (BCR) asegura que El Salvador no necesita un ajuste fiscal adicional al que ya aplicó, aunque reconoce que las finanzas públicas no marchan bien.
El estudio “Análisis del ajuste fiscal en El Salvador a partir del Ingreso Nacional Bruto Disponible (INBD)”, elaborado por César Alvarado y Kenny de Escobar, ambos del BCR, se basa en la diferencia entre el Producto Interno Bruto (PIB) y el INBD.
Los investigadores hicieron eco de la discusión sobre la conveniencia de utilizar el INBD para medir la sostenibilidad fiscal en países similares a El Salvador, con altos flujos de transferencias como las remesas familiares.
El INBD, a diferencia del PIB, reporta los ingresos obtenidos por la economía sin importar quién y dónde se generaron, mientras que el PIB se limita al territorio nacional.
Por eso, el PIB solo captura las remesas que utilizaron los salvadoreños para adquirir bienes y mercancías producidos dentro del territorio nacional, dejando fuera a los importados, explicó Escobar. Esto no sucede con el INBD, añadió.
Solo en 2018 se estima que el INBD registró $4,105 millones que no se contabilizaron en el PIB. Mientras el INBD habría sumado $29,802 millones, el PIB de ese año estaría en los $25,697 millones, una diferencia del 16 %.
Fuente: DEM
Presidente BCR pide cautela para aplicar ajustes fiscales
El gasto público tiene un efecto multiplicador en la economía, afirmó Óscar Cabrera, presidente del Banco Central de Reserva.
El presidente del Banco Central de Reserva (BCR), Óscar Cabrera, pidió ayer tomar con cautela las recomendaciones de aplicar ajustes fiscales, pues medidas como éstas pueden afectar el crecimiento de la economía y a la población vulnerable.
Cabrera señaló que el alto déficit fiscal y deuda pública en América Latina han llevado a que analistas y organismos internacionales recomienden aplicar ajustes fiscales para equilibrar las finanzas públicas.
“Sin embargo, este tipo de medidas deben ser tomadas con cautela. Debe recordarse que el gasto público tiene una función social de proveer servicios importantes como la educación, salud, seguridad, cuidado del medio ambiente, entre otros”, indicó. “Adicionalmente, el gasto público tiene un efecto multiplicador en la economía, por lo que la reducción del mismo se traduciría en un menor crecimiento económico”, agregó.
Citando un estudio de investigadores del BCR, Cabrera señaló que cada $1 gastado por el Estado puede generar en el corto plazo entre $0.60 y $0.70. En el largo plazo, añadió, ese efecto multiplicador puede llegar a los $0.80.
También advirtió que un ajuste por la vía de los ingresos también tiene riesgos, en particular si profundiza la regresividad del sistema tributario, es decir, si quienes tienen más tributan menos de lo que deberían.
Cabrera señaló que en El Salvador el sistema es regresivo porque el IVA aporta el 40 % de la recaudación. Aumentar la tasa del IVA del 13 % actual al 15 %, haría que la economía creciera entre 1 y 1.5 puntos porcentuales menos. Citando un estudio del Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi), Cabrera advirtió también reduciría el consumo de los hogares y aumentaría la pobreza en 2.42 puntos porcentuales.
Las declaraciones de Cabrera, vertidas durante la presentación de un estudio sobre finanzas públicas, surgen días después de que una misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) insistiera en que El Salvador debe aplicar un ajuste fiscal del 2 % del Producto Interno Bruto (PIB).
En el informe preliminar de la misión se recomendó realizar este ajuste a través de recortes en el gasto y aumentos en los ingresos. Entre las medidas volvió a proponer un aumento en la tasa del IVA. A diferencia de los informes anteriores, donde sugirió llevarla hasta el 15%, en esta ocasión omitió mencionar en qué magnitud debía incrementarse la tasa.
Fuente: DEM