De cada $100 producidos, se pagaron $18.20 en concepto de impuestos.
El ICEFI señala, por otra parte, que El Salvador es el país con la mayor carga tributaria de Centroamérica. Según los datos de la entidad, en el país esta representa un 18.3 % del Producto Interno Bruto (PIB), o, en términos más simples, de cada $100 que se produjeron en el país, $18.30 se pagaron en concepto de impuestos.
La cifra ha venido en crecimiento, además, durante los últimos años: en 2014 fue del 16.7 %; en 2015, del 16.9 %; en 2016, del 17.4 %, y en 2017, del 17.8 %. Para 2018, un 11.1 % del PIB son impuestos indirectos, y el 7.1 %, directos.
Según el ICEFI, el crecimiento de la recaudación en El Salvador ha sido impulsado por pequeñas mejoras administrativas en los entes encargados del cobro de impuestos y sendas amnistías tributarias que, si bien reportan ingresos de corto plazo, «comprometen la moral tributaria de los contribuyentes en el mediano y largo plazos».
«El Salvador, aprovechando tanto el cambio de base de su sistema de cuentas nacionales (SCN) como la nueva forma de registrar la devolución del IVA a los exportadores, ha visto mejorar su carga tributaria de manera sostenida, pues esta ha pasado desde un 16.7 %, en 2014, hasta un 18.3 %, en 2018, convirtiéndose así en el país con el mayor esfuerzo tributario de la región», detalló el ICEFI, en el informe «Perfiles macrofiscales de Centroamérica», publicado este mes.
Fuente: LPG
Deuda afecta distribución del presupuesto en El Salvador, según instituto financiero
El ICEFI advierte que el peso de la deuda pública vuelve rígido el presupuesto: no hay espacio para tomar decisiones de política fiscal como variaciones significativas entre partidas o una mayor asignación de recursos al área social.
El Salvador, el país de Centroamérica con mayor restricción presupuestaria como consecuencia del tamaño de su deuda, debe destinar el equivalente a un 3.7 % de su Producto Interno Bruto (PIB) para el servicio de la deuda, según datos retomados por el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI) en su informe «Perfiles macrofiscales de Centroamérica».
Las cifras corresponden a 2018 y el panorama es menos esperanzador para 2019. Este año, el país destinó $1,015.2 millones del presupuesto –que en total sumaba $5,467.5 millones– al pago de la deuda pública, pero en 2019 esta cifra llegará a los $1,822.8 millones, casi un 80 % más, según datos del Ministerio de Hacienda.
Fuente: LPG
- A. suma $23,000 millones en pérdidas por eventos climáticos extremos
La medición de las pérdidas económicas por el clima inició hace cuatro décadas.
En Centroamérica, se estima que las pérdidas económicas a causa de eventos climáticos extremos suman $23,000 millones desde los años ochenta, cuando se empezó a medir. En El Salvador, estas ascienden a $2,198.2 millones desde el huracán Mitch en 1998, hasta la depresión tropical 12-E, en 2011, según los datos presentados por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), en el informe de cambio climático para el istmo.
El organismo internacional sostiene que las estimaciones de pérdidas cubren 22 eventos mayores, y que de los $23,000 millones, 49 % ocurrió en sectores productivos. De esto, 66 % en la agricultura y 12 % en el comercio. Además, el 26 % de las pérdidas económicas se registró en la infraestructura.
«Es notable que este registro incluya un número creciente de sequías, tormentas y depresiones tropicales en la última década», advierte la CEPAL.
De hecho, El Salvador pasó este año por una sequía que golpeó con bastante fuerza las zonas oriental, norte y paracentral del territorio, aunque en occidente también hubo municipios afectados. El impacto más fuerte fue en el cultivo de maíz, que se secó por la falta de lluvia que caracterizó casi todo julio y parte de agosto.
Además de las manzanas de maíz que se secaron, muchos agricultores perdieron sus créditos. El Banco de Fomento Agropecuario (BFA) estimaba, a mediados de agosto, que entre 7,000 y 7,500 habían perdido su inversión, en total sumaban casi $9 millones.
Fuente: LPG
Nuevo conflicto por la elección del Consejo Superior de Trabajo
El sector privado advierte que el Ejecutivo quiere controlar la elección de los representantes laborales y empleadores.
El Ministerio de Trabajo y Previsión Social (MTPS) ha propuesto modificar el reglamento del Consejo Superior del Trabajo (CST), inactivo desde 2013, para establecer un mecanismo en la elección de los miembros por el segmento laboral. Sin embargo, el sector privado aseguró ayer que el Gobierno intenta controlar la representación de los trabajadores y empleadores a través de la “lucha de clases”.
Sandra Guevara, titular del MTPS, manifestó este viernes que en cooperación técnica de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) se propuso modificar el reglamento “porque no existe un mecanismo para elegir a la representación laboral” del CST, el ente tripartito más importante para tratar los asuntos laborales del país y que se encuentra acéfalo desde 2013 por conflictos con los miembros del sector de trabajadores.
Waldo Jiménez, director de asuntos económicos de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), confirmó que desde mediados de 2018 la oficina de la OIT en Costa Rica ha brindado asistencia técnica y se ha reunido con los tres sectores que conforman el CST.
Aseguró que cada segmento presentó sus propuestas al organismo internacional para definir la elección de los miembros que los representarían dentro del consejo; sin embargo, indicó, el Gobierno propuso definir un mecanismo para la elección del sector laboral y empleador, cuando solo tiene correspondencia dentro de la delegación del Ejecutivo.
“El Gobierno continúa haciendo injerencia en la libertad y en la autonomía que tienen las organizaciones de empleadores y de trabajadores de elegir a sus representantes. El Gobierno no tiene facultad de nombrar representantes y hacerlo es violación de los convenios internacionales de la OIT”, manifestó.
El líder de la gremial aseguró que a través de una copia del informe de la OIT constataron que la solicitud del Ejecutivo no es “para elegir a los representantes del Gobierno, que es lo que le corresponde, sino para los representantes de los empleadores y trabajadores” con el establecimiento de reglas, comisiones de verificadoras y porcentajes de participación por el tamaño de empresa y división de género.
Fuente: DEM
Al menos 128 hectáreas de cacao se perdieron por sequía
Además, el período seco afectó a 1,400 hectáreas de cultivo de cacao y se perdieron 30 hectáreas de injertos.
El período seco que experimentaron algunas regiones de El Salvador por hasta 40 días, ocasionó la pérdida de 128 hectáreas nuevas de cacao que apoyó la Alianza Cacao El Salvador, un programa de Asocio para el Crecimiento que ejecuta Estados Unidos.
Del 22 de junio al 1 de agosto, algunos municipios de la zona oriental y occidental sufrieron una sequía severa debido al enfriamiento súbito del Océano Atlántico combinado al calentamiento del Pacífico. Este fenómeno provocó que 128 hectáreas cultivadas este 2018 se perdieran por completo y 1,400 hectáreas fueron afectadas que “después de este shock, están rehabilitándose”, detalló Jairo Andrade, director de la Alianza Cacao El Salvador.
Andrade aseguró que “íbamos bastante bien en la proyección” y la planificación para este 2018 era cultivar las últimas 1,700 hectáreas de las 6,500 proyectadas. Cuando inició el invierno, los productores establecieron los viveros pues la primera evaluación en la zona oriental reveló, incluso, que los suelos tenían más humedad de la requerida.
“Dijimos ¡wow nos sacamos la lotería y este año va a ser nuestro! Pero hablamos muy pronto porque en junio empezó la sequía” y para esa fecha los productores ya habían cultivado 825 hectáreas de las 1,700 proyectadas, comentó el ejecutivo.
De las 825 hectáreas cultivadas este 2018, se perdieron por completo 80 en la zona oriental -donde se experimentó hasta 40 días sin lluvia-, 30 en la región centro oriente y 18 en occidente.
Fuente: DEM